En mayo, la biblioteca acoge una fotografía desconcertante. Seis rostros diferentes, cada uno con un objeto superpuesto que, en cierta medida, modifica su naturaleza y detona cuestiones sobre la relación sujeto – objeto en la persona que los contempla. Una nueva provocación del departamento de Plástica para que nos detengamos a mirar.
OBJETOS QUE TRANSFORMAN
El poder de evocación de los objetos se evidencia en esta selección de fotografías recreadas por Susana Blasco. Una botella antifaz, la alegre cabellera de palomitas, un niño con cara de llave de juguete mecánico o una furtiva lágrima de pipa de girasol.
Presentan una composición básica, fondo y figura. Son retratos con fondos casi neutros, algo de claroscuro difuminado, y rostros sobre los que se coloca un objeto, como si se posara distraídamente pero que cambia la lectura de la imagen. Con ironía, sorpresa o con humor, se crean nuevas miradas, nuevas caras.
Las proporciones entre los rostros y los objetos no son tan casuales, son las que facilitan esa transformación mágica.
Apenas interviene el color, no tiene protagonismo, no hace falta, son las formas y la nueva interpretación del espectador la que entra en juego, sí, porque hay un juego cómplice con el espectador.
Susana nos cuenta que este trabajo ha surgido de la casualidad, la experimentación y el juego. Son fotografías realizadas con teléfono móvil de distintos objetos cotidianos colocados momentáneamente sobre retratos antiguos. Sin retoque fotográfico alguno las imágenes se publican en instagram con el #antiheroes_sb.
Este proyecto surgió en enero de 2012 y sigue aumentando en obras y en número de seguidores. Además de su presencia en redes sociales ha sido expuesto en diferentes ciudades españolas, también en Zaragoza, así como en el extranjero.
Para saber más: https://susanablasco.com
por Teresa Lorenzo.